miércoles, 20 de abril de 2016

Las experiencias de Inflation Targeting en Chile y Colombia

En momentos donde el BCRA se aproxima a la implementación de un esquema de “Metas de Inflación” (IT), resulta interesante analizar las experiencias de Chile y Colombia. Estos dos países sufrieron inflación moderada – entre 15 y 30% anual- por alrededor de 10 y 20 años respectivamente, y lograron reducirla a un dígito a partir de la década del ’90 con la implementación de IT.

La adopción de este régimen se dio de manera gradual. En el caso de Colombia, el programa completo de IT se implementó definitivamente en el 2002, aunque a partir de 1991 se comenzó a avanzar en esa dirección. Luego de 20 años de inflación moderada, se estableció la independencia del Banco Central, se removieron la mayoría de los controles de capitales y se le otorgó mayor flexibilidad al tipo de cambio. Durante esta etapa, la política monetaria consistió en establecer metas de agregados monetarios y lograr una transición hacia la flotación libre del tipo de cambio. En 1999 se establecieron metas de inflación (aunque no formalmente para el público), se dejó flotar libremente el tipo de cambio (aunque se permitieron intervenciones puntuales) y se pasó a usar la tasa de interés como principal instrumento de política. Recién en 2002 se estableció un programa completo de IT.

Los resultados fueron satisfactorios. Durante la década del ’90, la inflación fue cayendo gradualmente, desde un pico de 32.4% en 1990 hasta 16.7% en 1998. Sin embargo, no fue hasta la adopción definitiva de IT, que la inflación no descendió a niveles de un dígito. Recién en 1999 cayó a 9.2% y en el 2004 se estableció en torno al 5%. En definitiva, la experiencia de Colombia, que fue una aplicación gradual del programa, muestra que se tardó nueve años en reducir la inflación a un dígito.

El camino de Chile fue más rápido y también comenzó con el establecimiento de la independencia del Banco Central en 1989. En septiembre de 1990 se adoptó formalmente el programa de IT con el objetivo de reducir gradualmente la inflación para evitar un impacto mayor en el crecimiento y desempleo. La inflación había rondado 21.5% desde 1982 y había llegado a un pico de 27.3% en 1990. En los primeros años se establecieron rangos de inflación (dada la alta inercia que hacía difícil la estimación futura), y luego se pasó a un esquema de metas puntuales una vez que se redujo la inflación a un dígito. El programa fue altamente exitoso y para 1994, la inflación se estableció en 8.9% llegando a niveles por debajo del 3% a fines de la década. Es decir, que en 4 años, Chile logró pasar de una inflación moderada de casi 10 años a una inflación de un dígito.



¿Cuáles son las perspectivas para Argentina?

La inflación en Argentina promedió 25% en los últimos 10 años, lo que lleva a un punto de partida similar al de estos dos casos. En tanto, el Banco Central ha dado señales de querer implementar el programa lo más rápido posible como lo hizo Chile. En este sentido, cumplió con rapidez dos requisitos primordiales: comenzar a usar la tasa de interés como instrumento principal de política monetaria e implementar una flotación libre del tipo de cambio (con intervenciones puntuales). Sin embargo, aún restan por cumplir otros requisitos para la adopción definitiva del programa. En primer lugar, la elaboración de un índice de precios oficial que permita establecer metas de inflación claras. En segundo lugar, se deberá establecer un mecanismo de comunicación transparente y preciso de las metas y sus resultados. Por último, y quizás más importante, se deberá recuperar la credibilidad del Banco Central que ha sido tan dañada en los últimos años. Así, la rapidez con la que pretende actuar el BCRA lo asemeja más al caso de Chile. Aún partiendo de una inflación más baja, la experiencia chilena muestra que la reducción de la inflación a un dígito tardó cuatro años.

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