El renovado acceso al
financiamiento externo le plantea dificultades al Banco Central. Preocupado por
la apreciación del peso y el "hot money", el Banco Central ha estado
realizando intervenciones cambiarias esterilizadas, que son costosas, en tanto
elevan su déficit cuasi-fiscal. Podría no intervenir, aunque esos problemas se
exacerbarían a corto plazo. Podrían atenuarse en cambio si el Banco Central
bajara sus tasas de interés más rápido, aunque lo haría al riesgo de descuidar
la inflación y afectar las expectativas. No está fácil hacer política económica
en Argentina.
¿Qué alternativas tiene el Banco
Central? Ante la entrada de divisas, especialmente por el canal financiero, el
Banco Central puede no intervenir en el mercado cambiario "spot", en
línea con lo que hacen la mayoría de los Bancos Centrales del mundo. Esto
también es lo que indican los postulados más puristas de un esquema de flotación
cambiaria bajo metas de inflación, que es el régimen monetario hacia donde el
Banco Central quiere converger en el mediano plazo.
No obstante, preocupado por la
apreciación del peso y el "hot money" que busca aprovechar el
interesante "carry" en dólares que ofrecen las Lebacs, el Banco
Central ha estado interviniendo en el mercado "spot" comprando
divisas. Así, en mayo la entidad intervino en más de la mitad de las jornadas
(12 de 21), marcando un récord desde la salida del "cepo", en tanto
hasta entonces había intervenido alrededor del 20% de las jornadas en promedio.
Las mayores intervenciones muestran la preocupación del Banco Central por otros
objetivos que la inflación.
En mayo estas intervenciones
resultaron en compras netas de divisas por unos US$ 4,200 millones, de los
cuales unos US$ 1,500 millones correspondieron al sector privado y los
restantes US$ 2,700 millones al sector público, provenientes en mayor medida de
las recientes emisiones de deuda provinciales. La expansión monetaria
resultante tuvo como contrapartida un aumento semejante en el stock de Lebacs.
Es decir, la intervención cambiaria esterilizada aumenta el déficit
cuasi-fiscal del Banco Central. Con estas tasas de Lebacs al Banco Central le
resulta caro alquilar reservas.
No creemos que esta dinámica reciente
indique un cambio de rumbo en la política cambiaria del Banco Central, que
insiste en destacar que las intervenciones cambiarias serán
"ocasionales", aunque sí está señalando que el Banco Central no está
preocupado solo por la inflación. Si bien la baja de tasas continuará y ayudará
en esa dirección, el Banco Central deberá acostumbrarse a lidiar con las dificultades
que plantean los flujos financieros. En los próximos meses las emisiones de
deuda provinciales continuarán y el Gobierno obtendrá financiamiento adicional proveniente
del blanqueo. Por si fuera poco la soja ronda los 418 dólares.
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