La primera
calificación de deuda soberana de la historia se realizó casi 100 años atrás. En marzo de 1918
el Bono Soberano 1920 de Argentina fue calificado con una A por Standard &
Poor's. Tras la gran depresión de los
años 30, Argentina nunca volvió a ser calificada como Investment Grade (IG).
Recuperar esa categoría no será fácil ni inmediato.
En la región,
actualmente Chile, Perú, México, Colombia y Uruguay son calificadas como IG. Estas economías
han mostrado a lo largo de los años bastante estabilidad en sus políticas
económicas, respeto por las reglas de juego, niveles de deuda manejables,
déficit fiscales moderados, una robusta posición de reservas internacionales y
estabilidad en sus tasas de crecimiento económico, entre otros atributos. Por lo general, las calificadoras corren
detrás de los acontecimientos, y "extienden" el certificado de IG
tras varios años de "buena conducta".
No será fácil y
aún en el mejor de los casos le tomará varios años a Argentina convertirse en
IG. Antes, habrá que hilar algunos años de crecimiento
sostenido, acumular reservas internacionales, reducir el déficit fiscal y la
inflación y seguramente validar en las urnas la "irreversibilidad" de
las políticas económicas (lo que no significa que deba haber continuidad del
Gobierno). Tomando en cuenta las mejoras y rebajas de notas crediticias de los
últimos años, las calificadoras le
otorgan mucha importancia a la robustez de las posiciones fiscales y externas
de las economías.
La calificación de
IG es sobre todo una consecuencia de determinadas políticas y resultados
económicos. No obstante, pertenecer "al club" tiene sus privilegios,
sobre todo evaluando el comportamiento de la inversión extranjera directa
(IED), que involucran compromisos de largo plazo de no
residentes con el país. Las experiencias históricas de Brasil y Colombia, por
ejemplo, muestran que la IED se duplicó o más tras la obtención de la
"membresía".
Aún tras la
reciente mejora en la calificación, y a contramano de varios recortes en las
notas regionales (Chile y Venezuela recientemente, Brasil hace unos años,
quizás próximamente Colombia), la
calificación de Argentina (B) se encuentra 5 escalones por debajo del IG (BBB-
o más). Es probable que en 2018 suba un escalón más (a B+) y siendo
optimistas otro más en 2019 (a BB-). Quedarían pendientes tres escalones más
para alcanzar el IG, lo que podría ocurrir recién durante el próximo mandato
presidencial (2019-23), incluso aún con un cambio en la bandera política del
gobierno, en línea con otras experiencias de la región.
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